Electra - Resumen completo

(415 a.C.)

de Sófocles

Resumen completo

Orestes vuelve a Micenas, su hogar, con su amigo Pílades y su viejo ayo. Desea vengarse de su madre, Clitemnestra, que asesinó a su padre, Agamenón, y se ha casado con Egisto. 

El oráculo le ha dicho que debe obtener la venganza por su propia mano, por lo que ha ideado un plan: le pide a su ayo que entre al palacio y diga que Orestes ha muerto en Fócide, en una carrera de carrozas. Y que pronto llegarán mensajeros con sus cenizas.

Después, Orestes y Pílades van a la tumba de Agamenón a presentar sus ofrendas. Mientras, Electra se lamenta por la muerte de su padre. Le es insoportable tener que vivir en la misma casa que sus asesinos. Espera que pronto vuelva su hermano Orestes para vengar a su padre y matar a los asesinos. 

Entra su hermana, Crisotemis, y le pide que modere sus escandalosos lamentos, pues podría hacer enfurecer a Egisto, y hará que las expulsen del palacio. Electra se enfurece con su hermana y la acusa de ponerse del lado de los asesinos. 

Crisotemis le dice que su madre le ha pedido que haga ofrendas a la tumba de su padre, pues ha tenido una pesadilla: vio a Agamenón arrebatar el cetro a Egisto y clavarlo en su hogar. 

Electra, feliz, lo toma como un presagio del regreso de Orestes. Le pide a su hermana que no haga las ofrendas en nombre de su madre, sino que deje, al contrario, rizos del cabello de sus hijas. 

Poco después, llega Clitemnestra y regaña a su hija por acusarla frente a todos de matar a su esposo. Le dice que Agamenón era responsable de la muerte de su hija Ifigenia, a quien sacrificó a los dioses para ganar la guerra de Troya, y que por eso debía morir.

Electra responde que su padre no tuvo opción, pues fue la misma diosa Artemis quien le pidió el sacrificio. 

Enfurecida, Clitemnestra amenaza con castigarla cuando vuelva Egisto. Después, Clitemnestra hace una ofrenda a Apolo, para que su pesadilla no sea un presagio negativo. 

Aparece el viejo ayo y pide hablar con la reina. Le informa de la muerte de Orestes en un accidente de carreras. Clitemnestra, aunque aliviada, se duele de la muerte de su hijo. Y Electra desespera: con la muerte de Orestes se derrumban todas sus esperanzas de vengarse. Se queda sola llorando, cuando aparece Crisotemis, muy alegre. 

Crisotemis le dice a su hermana que su hermano ha vuelto, pues ha encontrado en la tumba de su padre el rizo de un cabello que no pertenecía a ninguna de ellas. Pero Electra la desengaña: ha llegado la noticia de la muerte de su hermano. Las hermanas lloran juntas. 

Inconsolable, Electra le pide a su hermana ayuda para matar a Clitemnestra y a Egisto. Pero Crisotemis se niega: sabe que fracasarán y serán condenadas a muerte. Crisotemis se va y Electra decide vengarse ella misma. 

Llegan Orestes y Pílades, disfrazados, con la urna de cenizas. Preguntan a Electra si han llegado al palacio de Egisto. Al ver la urna, Electra se arroja sobre ella y comienza a lamentarse por la muerte de su hermano. 

Orestes comprende que se trata de su hermana y se conmueve. Le pide que deje de llorar, revela su identidad y como prueba le muestra el sello de su padre. Al reconocerlo, Electra no cabe en sí de alegría. Ambos hermanos se abrazan y celebran el encuentro. 

El viejo ayo sale del palacio a callarlos, pues su escándalo amenaza con delatarlos y arruinar los planes. 

Entran Orestes y Pílades al palacio. Afuera, Electra cuida que no entre Egisto y observa todo lo que pasa dentro: escucha gritar a su madre mientras su hermano la mata. 

Llega Egisto y es recibido por Electra, pide ver a los mensajeros. Electra le dice que ahí traen el cuerpo de Orestes.

Salen Orestes y Pílades, cargando un cuerpo cubierto con una sábana. Egisto manda llamar a Clitemnestra, pero Electra, misteriosa, le dice que ella está más cerca de lo que cree. 

Egisto levanta el velo y descubre a su esposa muerta. Horrorizado, comprende lo que está pasando. Oresetes desenvaina su espada y lo mata.

Fin de Electra